Français? ¿Español?

Que el idioma desconocido no te amedrente. Bajando por la columna de la izquierda, después de mis libros y antes de otras rúbricas, se pueden leer textos míos. Algunos están en castellano, otros en francés, otros en ambos idiomas.

N’ayez pas peur de la langue inconnue. En descendant par la colonne de gauche, après mes livres, après les critiques, et avant d'autres rubriques, il y a des textes que j'aime partager. Ils sont tantôt en français, tantôt en espagnol, tantôt dans les deux langues. Je ne sais pas faire autrement.

mercredi 23 octobre 2019

El RESPETO y el CHILE ACTUAL


Hace muchos años, en un foro sobre las utopías, se citó una frase de alguien tratando de definir lo que es ser de izquierda que decía “La izquierda es el progreso, el amor del prójimo, la justicia, la igualdad…” (Siguió una larga lista de virtudes « positivas ».)

A mí no me convence para nada. Lo de amor al prójimo no se puede decidir, no se puede exigir de nadie, el amor se siente o no; ese lenguaje está bien para las religiones. Lo de la justicia, ya me parece mejor, hay que luchar por todos los medios para reparar las injusticias reparables, pero el mundo es lo que es, todos sabemos que la naturaleza no es justa, que el mundo nunca ha sido ni será justo. Luchar por la igualdad es absurdo, la igualdad se opone a la diferencia y cada ser es diferente, único, como cada país o cada raza lo son. Lo del progreso, ni sé a qué se refiere. Progresar da una idea de movimiento, pero habría saber hacia dónde se va.

Quisiera dejar de lado las palabras izquierda y derecha y centrarme en palabras que entendamos todos igual y que nos ayuden a avanzar. Lo que sí se puede y se debe exigir, es que el respeto a cada ser humano sea el mismo… aquí y ahora, y que este respeto guíe cada uno de nuestros actos y cada una de las decisiones políticas, económicas y organizacionales de  nuestros representantes, ya que detrás de cada decisión hay hombres y mujeres que serán afectadas por ellas y que son dignos de respeto.

¿Qué es el respeto? El diccionario francés Le Petit Robert dice : Sentiment qui porte à accorder à qqn une considération admirative, en raison de la valeur qu'on lui reconnaît, et à se conduire envers lui avec réserve et retenue. (Traducción: sentimiento que induce a otorgar a alguien una consideración admirativa, debido al valor que se le reconoce, y a conducirse ante él con reserva y moderación.)

¡Nada de mal! Sin retener lo de la admiración, que no se puede forzar, el respeto es contrario a la negación del otro, se basa en la aceptación de su existencia, de su diferencia y al mismo tiempo, en el reconocimiento que el otro no es menos que yo, que su vida no vale menos que la mía.

Admito que hasta aquí son bellas palabras. Me parece sí, que el respeto permanente de cada ser humano, como leitmotiv, es una condición necesaria para que el resto tenga sentido. Queda la práctica y allí comienzan las dificultades, y en la práctica, sabemos que todo se traduce en la repartición de las riquezas y de la pobreza.

No tengo nada de revolucionaria, me horroriza la violencia. Yo diría, incluso, que es normal que en una sociedad existan desigualdades, pero que hay desigualdades indecentes, inaceptables, que ofenden a los que las sufren. Diría también que todos tenemos igual derecho a aspirar por lo menos a un mínimo vital de dignidad.  Lo que me parecería indecente, y lo digo para ilustrar lo que sería una falta de respeto desde mi punto de vista, es que sea quien lo tiene todo, y de sobra, (como sucede sistemáticamente desde hace 30 años en Chile) quien defina ese mínimo vital para los necesitados.

Para terminar diría que se hace camino al andar. Los objetivos de tal o cual política pueden ser imposibles de alcanzar, pueden incluso estar equivocados, pero si en el camino, es decir en el aquí y ahora, se atropella a quien sea, algo anda muy mal.